miércoles, 13 de octubre de 2010

El Centro de Estudiantes, parte 1

Recuerdo que cuando cachimbo en mi primera clase, que era la de Química I, llegó una agradable chica y su amigo, eran Jessica Gordillo y César Castromonte. Cuando la gente dejó de piropear a Jessica, pudieron darnos el saludo de bienvenida a la facultad y nos decían que ellos estaban a nuestra disposición para cualquier consulta sobre la vida en la facultad, también dijeron que nos harían una recepción y que habría bocaditos :P. Yo, en ese tiempo, era muy meticuloso con mis estudios así que para mí cero distracciones. Pero aquellos que sí fueron, me contaron que la pasaron bien y vi que se hicieron amigos de varios allí. Hasta uno consiguió enamorada con la cual se quedó varios años. Qué mala suerte, quizás allí hubiera conocido a alguien :P pero esa es otra historia.

Luego de esa directiva que se portó bien con nosotros, llegó otra, presidida por José Diaz, que también se veía interesante. Allí sí me acerqué más, vi que eran 13 al principio pero fueron desertando tantos que quedaron tres. El centro no funcionaba bien pese a la voluntad de esos valientes y un grupo cercano de amigos, incluyéndome, formó el grupo de apoyo con lo cual el centro de estudiantes otra vez tenía gente y se trabajó bien allí, fue más o menos eficiente. Esa gente estaba motivada para formar la lista siguiente y por cosas del destino querían que yo fuera el secretario general. Me gustó mucho la idea pero vi que el grupo después de todo era muy heterogéneo y no había un consenso sobre la intención de querer formar una lista. Habiendo tan pocos, decidí no postular y se disolvió ese grupo.

Yo no oculto mi gusto por participar en la vida política, de hecho estuve en el Consejo de Facultad dos veces,  entonces a mí me quedaba aún la idea de hacer una lista, tenía muchos potenciales votantes porque conocía gente de todos los códigos incluyendo a los cachimbos. Pensé en la gente de mi código (97-2) pero tuve una mala experiencia de trabajo en equipo con ellos, en el Expociencia 98, así que cuando me invitaron dije ¡con ustedes nunca más!.

En eso encontré otra lista que se formaba, de la mancha del código 98-I, de esa gente conocía a Christian Oliva (además promoción del colegio), David García y Oscar Chacaltana. entre otros. Faltaba justo uno para completar la lista, aunque yo no era del código fue bienvenida mi participación. Ese fue el principio de una alianza y amistad muy entrañable con ellos.

Ya teníamos muchos votos asegurados, la gente que iba a votar por mi lista anterior se puso de parte nuestra y ya parecía un hecho que llegaríamos a la directiva pero mi código se repotenció, pusieron de cabeza de lista al carismático Deca (José Luis Palomino) y juntaron gente de otros códigos, claro que la mayoría era de mi código (97-II). Nosotros no les dimos mayor importancia, sabíamos que eran relajados y que no alcanzarían ni siquiera a entregar la lista de firmas necesarias para la postulación.

Cuando apenas había terminado el plazo para recibir candidatos, nos enteramos que esa lista se había presentado. Nos preocupamos un poco pero no lo suficiente. La elecciones eran el miércoles de la siguiente semana, habría debate el lunes. Sólo nos preparábamos para eso. El sábado la facultad amaneció con algo extraño, supimos que la gente de la lista aquella estuvo en ACECOM varias horas. Luego se fueron a Metro (jaja nuestro servicio de inteligencia funcionaba bien), quién sabe a qué y al volver y pasar un par de horas, vimos un afiche gigante colgado con la cara de Deca, con una sonrisa rara y sus dedos haciendo la V que era también porque se trataba de la lista 2 y estaban repartiendo volantes con sus promesas y con las fotos de sus 13 miembros (para eso fueron a metro :P), ¡y nosotros no habíamos hecho nada!. Para el lunes ya mucha gente se había puesto de su lado, aunque el debate lo ganamos nosotros tras un emotivo discurso emitido por Oscar Chacaltana y redactado por Roberto Suárez, superando al discurso improvisado y sincero de Deca.

Esa noche nos juntamos todos en la casa de Christian a diseñar la estrategia de emergencia, la preparación de volantes y también de carteles, los cuales hicimos con muchísimo cuidado, recortando una a una las letras y luego colocándolas en una elegante tela azul, fue una amanecida terrible. Yo regresé a mi casa a las 7 am, me la pasé durmiendo, mientras que mis amigos, guitarra en mano, hablaban en los pasillos de la facultad de nuestro plan y la gente que teníamos. Yo llegué en la tarde a la UNI y me contaron sobre eso.

El día de la elección, todos estábamos súper nerviosos, para mala suerte nuestra, varios de los miembros de mesa simpatizaban con la lista 2 abiertamente pero no se podía hacer nada. Yo paseaba nervioso por los pasillos, los amigos físicos tenían práctica en el cuarto piso. Poco antes de las cuatro, yo estaba entrando a la facultad cuando se iban 4 amigas. Yo las saludé y les pregunté por si acaso si ya habían votado, me dijeron que no porque acababan de salir del laboratorio y pensaban que ya se había acabado, yo le dije noooo, por favor vengan a votar :). Los hicieron, y además como eran amigas mías (ellas ingresaron el 2000-I) sabía que estarían a mi favor tal como me lo dijeron luego de votar.

Y de allí ya se cerró la elección. Fueron al centro de estudiantes que estaba administrado por el comité electoral. Los malditos daban "flashes" mientras contaban. Íbamos perdiendo al principio, pero mientras avanzaba el conteo la situación era oscilante, a veces ellos arriba a veces ellos abajo de nosotros, ¡malditoooooos!. Hasta que se llegó al 100%, salió un pata diciéndoles a los de la lista 2 ¡hicimos todo lo que pudimos!, y se anunciaron los resultados, ¡Lista 1: 147 votos!, ¡Lista 2: 144 votos!, ganadores: ¡Lista 1!, el júbilo estalló entre nuestra gente, fuimos al cuarto piso a avisarles a los que daban práctica. Qué alucinante, los cuatro votos que nos permitieron ganar esa vez, fueron de esas cuatro amigas que logré captar poco antes de que se acabaran las elecciones.

Muy feliz, mi gente fue a celebrar la victoria, yo aún no iba a las celebraciones porque mi disciplina de aquellos tiempos no me lo permitía aunque eso iba a cambiar muy pronto...

continuará...