Quien escribe no es para nada un artista del arte de encantar a las mujeres, así que la llegada del amor a mi vida fue bastante tardía. Mis tres primeros años de universidad habían pasado sin este fenómeno. Me interesé en algunas chicas pero nada que desviara mi atención de mis queridas matemáticas, el tercio de estudiantes y la vida en la facultad. Hasta ese momento, yo había sido más o menos puntual, solía asistir a clases, tener apuntes y todo eso.
En el cuarto año llegó alguien que simplemente se robó toda mi inspiración. Una cachimba me cautivó demasiado, era medio loquilla y de hablar apresurado. Me encontró en el pasillo y me dijo desesperada junto a su amiga "aaaah, ¿tú eres José Molina?, por favor ayúdanoooooooooos ¿siiiiiiiiiií?", me tomó tan frío esto que apenas atiné a decir "yaaaa, cuando quieras". Fue en ese momento que se produjo el amor a primera vista.
Al mismo tiempo, empezaba a pasar por una etapa de desmotivación, varios profesores ese semestre hicieron que mi motivación inicial se mermara. El ejemplo más resaltante fue el profesor del curso Análisis Funcional I. Es un profesor que admiraba y que era admirado por muchos. Un ejemplo de lo que suele pasar debido a la enseñanza en universidades particulares. El plan del curso me pareció interesante, él iba a dar varias clases y luego íbamos a exponer el curso. Sería un curso intensivo pues hasta la hora de práctica sería ocupada en exposiciones. Me esmeré mucho en la mía debido a que este profesor es muy bueno en su dictado y yo quería estar a la altura. Después de eso empezó toda la pesadilla, pasaba que o no venía el expositor o venía mal preparado y pedía otra oportunidad o no venía el profesor o llegaba demasiado tarde. Eso empezó a pasar mucho y el curso ya era un mamarracho. Fue tanto así que dos semanas de que acabe el semestre ni habíamos llegado al tema de espacios de Hilbert.
Yo estaba realmente muy decepcionado y me deprimí bastante por esto, no podía creer que este profesor se había vuelto como esos profesores que detesto tanto (aparte de los recalcitrantes y tercos). Mientras tanto yo estaba enamorado, así que me daba igual ir o no ir. Decidí un buen día no ir más a este pseudo-curso. En lugar de eso me pasaba todo el rato con ella. Conversando, yendo para todos lados, ayudándole en sus cosas. Yo estaba tan prendado de esta chica que llegó un punto en que iba al salón, estaba en clase y al verla pasar abandonaba todo y me iba, olvidando mi mochila, mis cuadernos aah todo. Ya todo mundo se había dado cuenta de lo que me pasaba.
Al contrario de lo que se puede pensar, me iba bastante bien en los cursos, llevaba Ecuaciones Diferenciales Ordinarias, Teoría de la Medida, Álgebra Homológica (con el maestro Carlos Chávez). En el otro no se podía decir mucho, ya que uno de ellos era amorfo.
El profesor de Análisis Funcional I se me acercó un día, me preguntó porque no iba más a clase, yo le respondí el porqué: "El curso no tiene ni pies ni cabeza, usted se volvió un irresponsable y por ello no se siente capaz de exigir a los compañeros, por eso decidí abandonar el curso". Vi en su rostro un sentimiento de culpa y vergüenza. Se puso muy rojo y su gruesa voz cambió a un tono más suave. Me aseguró que a partir de ese momento el curso iba a retomar su ritmo normal, que ya nadie más iba a exponer, él mismo lo acabaría y que por favor regrese. Y dicho y hecho cumplió su palabra. En esas dos semanas dio un magnífico curso.
El siguiente semestre fue terrible, me declaré a esta chica y fui rechazado, de buena manera pero duele mucho. Eso sí afectó mis notas el siguiente semestre, obtuve el promedio más bajo de toda mi vida, en el curso de Sistemas Dinámicos en el quería destacar para ver si me recomendaba el profesor Benazic al IMCA, obtuve el mínimo para aprobar. Todo me fue mal allí. Ya no podía estudiar, tenía ganas de dejarlo todo.
De castigo en el siguiente semestre me matriculé en 27 créditos, entre los cuales está el excelente curso de Relatividad I, dictado por Armando Bernui. Pero aquí pasó la segunda catástrofe, tuve mi primera enamorada el 16 de marzo del 2001, nos conocimos poco antes de mi viaje a España y a mi regreso empezamos. Mientras todo iba bien, en la universidad también era así, pero el 9 de junio me terminó por correo. Mi mundo se vino abajo, tenía 27 créditos para aprobar y mi corazón estaba destrozado, no sé cómo sobreviví a este semestre, fue la primera vez que fui a una práctica y no pude responder nada de nada. Qué difícil es estudiar estando sumido una pena tan honda. Entendí algo que me había aconsejado un amigo cuando ingresé: "Nada de enamoradas en los primeros años, sino cuando los ratos no sean tan buenos arrastrarás contigo a tus cursos y no podrás aprovecharlos", sentía que sucedía "a la vejez viruelas".
Me di cuenta que tampoco conocía de mi inestabilidad emocional, nunca me había enfrentado a algo así. Y realmente es un aspecto que subestimé en mí porque veía a mis compañeros cachimbos que tenían sus parejas y sus notas caían hasta desaprobar, abandonando la universidad en algunos casos. Yo decía que eso era absurdo y que no podía pasar, pero efectivamente pasa y con fuerza.
Así que si sólo pediré recordar, aunque sea muy difícil, en esos momentos de depresión que no olviden las metas académicas que se trazaron, normalmente ellas serán más perennes en el tiempo. Y sobre todo, no se aparten, no estén solos enfrentando estos problemas. Busquen ayuda, distracciones. Cuando uno está solo el martirio es permanente, se escucha música triste, el ser humano es experto torturándose más. Para apoyarnos en eso están los amigos, sino ¿para qué están?.
Saludos y hasta la próxima
Profe, hubiese publicado eso antes. Digamos hace 1 año :p
ResponderEliminarUna anecdota que la tendre mucho en cuenta!!
ResponderEliminarEs bonito y a la vez es fregado muchas veces. Opino igual, sin amigos o sin alguna otra distraccion, el equilibrio mental dificilmente se consigue.
ResponderEliminarAsu profe, porque las historias son tan parecidas, al menos en esencia, como lo dijeron antes, hubiese publicado esto al menos para mi 1 año antes. jajaja
ResponderEliminarpienso igual profe hubiera practicado esto hace 5 meses antes jijiji..pero bueno ...muy buena anecdota
ResponderEliminarBooo...T-T. Definitivamente entiendo cada palabra, también soy una sobreviviente. Si no fuera por mi héroe, tal vez no viviría para contarlo. ¡¡¡Eso es chicos!!! Las ciencias son la otra pasión, el corazón a la espalda y PA'LANTE!!
ResponderEliminarHubiera leído esto antes de comenzar la maestría. Como dicen por ahí, para adelante nomas.
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